Por qué me hacés esto?

Era necesario? Te quejás de mis llegadas tarde, te es imposible lidiar con mi conducta, te son insoportables mis contestaciones “pedigüeñas”… me podes explicar por que mierda me frenaste el cambio de sector???
Después de decís que nadie es indispensable, que tenemos las puertas abiertas para irnos, etc…
Sabés que? Empezó la guerra, seguramente, como en todas las guerras, ambos perdamos, pero te juro que no voy a parar hasta que me valores como me corresponde o me dejes ir para que otros sí lo hagan… Te voy a hacer las jornadas laborales tan insoportables que les vas a pedir de rodillas a otros jefes que me lleven con ellos, y sabés por qué?? Porque no tenés los huevos para despedirme, porque tampoco los tenés para hablar de frente. CAGÓN!!