viernes, 18 de enero de 2008

Mis Vacaciones

Bueno, me voy de vacaciones, al final este viaje se frustró por razones ajenas y no tanto. Así que me voy una semanita a la costa, precisamente a San Bernardo. Si alguien de ustedes pasa por ahí, seguro me va a ver.
No es muy loco pensar que tal vez me cruzo con alguno de ustedes, o que vamos a la misma playa, pisamos la misma arena, y ni siquiera lo sabemos...??

martes, 8 de enero de 2008

Sana Competencia

No hay nada como empezar el año en una playa, con un champagne en la mano, los pies descalzos y saltando las 7 olitas con la persona que más querés estar en ese momento y haciéndote olvidar todos los malos recuerdos que te trae el 31.
Pero todo se vio empañado por nuestros vecinos de Camping (en adelante, ELLOS). Ellos eran una copia de nosotros, copiaban absolutamente TODO, pero lo peor es que lo mejoraban…
Llegamos un 30/12 al mediodía, lugar ideal, debajo de un árbol para aprovechar su sombra, un terreno elevado ante la eventualidad de una lluvia, cerca, pero no tanto, de los baños, con luz, enchufes y parrilla a unos 4 metros, bien cargado de árboles para que nadie se nos pusiera cerca. El lugar era el que elegimos de mutuo acuerdo, por lo tanto procedimos a ir al COTO y luego a la playa. Cuando volvimos, los vimos a Ellos, instalados cerca, pero sin invadirnos, o sea que estuvieron ubicados y nos cayeron bien al principio.
Primera noche, decido hacer pollo a la parrilla, para mi sorpresa, las parrillas no tenían su respectiva parrilla, y en la administración del camping no había más (¿?), pero no fue problema, conseguimos una que le mangueamos a otro vecino. El pollo lo comimos sobre una lona porque, obviamente, tampoco teníamos mesa… Al otro día Ellos hicieron también pollo y SI tenían parrilla, y desplegaron una fuckin´ mesa.
Primera mañana, luego de salir y acostarnos a las 7 de la mañana, descubrimos que el lugar no era tan soñado como parecía, a las 8:30 el sol provocó un efecto invernadero insoportable en la carpa (claro, no era el mediodía y el puto arbolito no daba la sombra que nos prometió). Mientras trataba de no tirar abajo el arbolito, no hice más que mirar para la carpa de ellos y ver que estaban muy felices, sentados en su mesa, con una Coca fría, y un ventilador!!! (nunca se me hubiera ocurrido llevar un ventilador, para la próxima ya lo sé).
Segunda noche, hamburguesas a la parrilla también, se me puede quemar la lámpara portátil justo en ese momento??? Bueno, ellos no solo tenían una portátil, además habían llevado uno de esos tubos de emergencia!! Esos con la luz bien blanca que iluminaba toda su maldita carpa… Por suerte me la prestó, pero me parece que me la estaba refregando en la cara, y como yo tengo dignidad pero no soy boludo, me aproveché y acepté el préstamo.
Segunda mañana, mientras yo, otra vez cagado de calor, trataba de hacer entrar todas las cosas en mi poco espacioso VW Gol, ellos guardaban todo en una camioneta y sin sudar una puta gota de esfuerzo.
Ahora entiendo esa expresión que dice “No sabés que lindo lugar, no había nadie”